
Soy poeta de pie y tumbada,
sentada delante de un papel en blanco
o corriendo detrás de las palomas en el parque.
Soy poeta dormida y mirando el cielo,
dentro del mar o revolcada en la arena.
Soy poeta cuando río, cuando lloro,
cuando suena una canción o una risa.
Soy poeta de palabras, de pensamiento y obra.
Poeta me hace mirarte,
con los ojos cerrados soy poeta,
con el corazón ensangrentado y triste,
con los besos que estallan o se pierden,
soy poeta.
Cuando me das las olas,
fluyen versos desde el tintero de mi memoria.
Soy poeta cuando escupo versos o acaricio letras,
cuando sueño, cuando camino o viajo desde el suelo,
Soy poeta cuando me persiguen,
cuando me atrapan,
cuando me golpean,
cuando me caigo o cuando me paro.
Soy aún más poeta cuando me levanto y sigo,
cuando convierto las montañas en mi horizonte.
Soy poeta de la luna y las estrellas
y de cualquier constelación que así me lo permita.
Soy poeta en la antesala del infierno
o en las puertas del edén.
Poeta soy de tristes versos,
de campos verdes y de otoños marchitos.