Acabo de encontrarme con el mundo,
desdoblo el universo infinito a mi antojo.
A la velocidad de la luz
me acusa un poco de sueño.
Las teorías revueltas en mi pelo
como un garabato gravitante
revelándose en mi cabeza.
Hay una estrella fugaz que me sigue,
me sorprende su insistencia,
cuando la miro no se mueve,
quizá no sea tan efímera.
La luna me devuelve reflejos en plata,
y la idea terrible de que no es mía.
Ven estrella simbiótica,
y llena esta galaxia perdida
en el brillo de tus ojos.