Me han salido alas entre los dedos,
me ha crecido dentro un rayo de sol,
las raíces de mis piernas toman forma
y en los ojos una plaga de antorchas.
Me han hecho entre dos cielos,
de algas y corales mis entrañas,
de sueños y verdades mi piel.
Se me escaman realidades azules
y de branquias y arena los pulmones.
Vine cuando fui profunda,
para no desbordar las orillas.
Vine cuando fui lejana
para acercarme a los océanos.
Llegar segura, asentarse en un lugar… la lejanía de lo que no se quiere traer, de lo que se ha dejado atrás y la profundidad de saber, como se quiere empezar a vivir.
Esa mirada de fuego y ese saber de que has llegado y que vas a vivir lo que tu decidas.
Gracias
Gracias a ti por descubrirlo. Es una transformación, adaptarte y tomar forma a un nuevo lugar, que tus ojos y tu cuerpo se acostumbren, se mimeticen. Llegué al mar sin saber que no querría irme nunca…